Los pavimentos de hormigón son suelos que están conformados por capas de materiales diversos y construidos sobre terreno original, a le vez que permiten fácil acceso de forma segura. Estas capas de materiales varían en costo, y dependerán del tipo de terreno sobre el cual se quiere construir.
La primera capa es conocida como “capa de rodadura”, por estar encima y en contacto con el libre acceso o tránsito; mientras que el resto de las capas se denominan “base” o “sub-base” (dependiendo del número de capas). El terreno sobre el que se construirá el pavimento es conocido como “sub-rasante” y dependiendo de su comportamiento (es decir, si es rígido o flexible) se utilizará determinado material para pavimentarlo.
Existen diferentes materiales utilizados para pavimentar terrenos, uno de ellos es el hormigón. Los pavimentos a base de hormigón son catalogados como estructuras altamente resistentes, por
lo que el conocimiento de sus usos y características es de vital importancia para escoger este tipo de pavimento.
Cuando nos referimos a pavimentos de hormigón, hablamos de un tipo de pavimento que se caracteriza por ser muy firme o rígido y poseer un grosor no menor a 15 cm. Los pavimentos de hormigón no son más que la formación de losas a base de hormigón, cuya función principal es brindar uniformidad al pavimento. Este tipo de pavimento se considera ideal para las superficies, debido a que no se deforma y es muy duradero.
Los pavimentos base de hormigón son más duraderos en el tiempo, en comparación con los pavimentos de asfalto convencionales. Los caminos que han sido pavimentados con hormigón, además de brindar mejor acceso, también proporcionan durabilidad, resistencia, y estética.
Este material es muy utilizado para construir autopistas y vías para el tránsito vehicular, debido a que (de acuerdo al hormigón que se emplee) confiere resistencia y permite cuidar los cauchos de los coches. Incluso, los caminos o vías construidas a base de hormigón son resistentes a daños ocasionados por vehículos de carga pesada, ya que no se deforman ni se agrietan por el peso.
En cuanto a diseños de interiores y exteriores, los pavimentos de hormigón son una de las mejores opciones ornamentales, debido a su variedad en cuanto a texturas, diseños y colores.
En definitiva, son numerosas las ventajas de utilizar este tipo de material para elaborar cualquier tipo de superficie.
Una vez definido el pavimento de hormigón es fácil poder identificar sus beneficios, por ello conviene hacer una lista de las características más resaltantes, las cuales son:
Debido a la alta maleabilidad y economía característica de los pavimentos de hormigón, el uso de este material está ampliamente extendido en distintos sectores, los cuales van desde lo urbano hasta el ámbito industrial.
El uso de este material representa diversas ventajas (desde ecológicas hasta presupuestarias), por lo que es posible utilizar superficies pavimentadas con hormigón para distintos fines y en distintos entornos.
Las superficies elaboradas con pavimentos de hormigón se caracterizan principalmente por poseer una alta resistencia y durabilidad, lo que les permite resistir eficazmente las condiciones adversas (como los cambios en el clima o la incidencia de rayos solares).
Es por ello que los pavimentos elaborados con hormigón son muy empleados para construir superficies que están en el exterior, como son: piscinas, aceras, pasos peatonales, rampas de garaje, pasos peatonales, suelos de terrazas etc.
Una de las características de este material es que posee una amplia gama de colores y presentaciones, por lo que se adapta a todo tipo de necesidades.
Empleando distintos tipos de hormigón y diferentes colores y diseños (los cual permite conseguir una gran variedad de acabados), las superficies pavimentadas con hormigón pueden adaptarse fácilmente al entorno de cualquier habitación (sea oficina, sala, cocina, comedor, dormitorio, e incluso baño).
Es por ello que este material puede usarse para elaborar cualquier tipo de piso en el interior de distintos tipos de estructuras (como casas, edificios, centros comerciales, etc.).
Usado correctamente, las superficies pavimentadas con hormigón pueden llegar a poseer un acabado único de elegancia y estética. Es por ello que muchos conjuntos residenciales deciden pavimentar las sus pisos con hormigón.
Entre los usos residenciales, destaca el pavimento de estacionamientos, de pisos de edificios y de apartamentos. Incluso, debido a su alta resistencia, algunas zonas residenciales utilizan este material para elaborar piscinas.
En el ámbito industrial, este material es el favorito de muchas industrias para construir los pisos de sus estructuras.
Por la solidez, resistencia, permeabilidad y durabilidad que aporta este material, las superficies fabricadas con pavimentos de hormigón son muy utilizadas en el sector industrial para elaborar
almacenes, depósitos, naves, fábricas, depósitos, centros de logística, estacionamientos, mercados, etc.
Las funciones y el uso de este tipo de pavimento dependerán mucho del tipo de hormigón que se emplee para elaborarlo.
Es por eso que es necesario conocer los diferentes tipos de hormigón a partir de los cuales se construyen los pavimentos. A continuación, describiremos brevemente dichos tipos de hormigones.
Actualmente, este tipo de hormigón es uno de los más empleados para la creación de pavimentos caracterizados por poseer una alta estética y decoración. Este hormigón permite crear pisos resistentes, estéticos y duraderos.
Para ello, se vierte la mezcla de hormigón convencional (agua, arena, grava, cemento y aditivos) sobre la superficie, y posteriormente se emplea un molde, mientras el hormigón aún sigue fresco, para conseguir acabados similares a elementos estructurales (como piedras, adoquines, baldosas, etc.).
Por eso este hormigón lleva por nombre hormigón impreso, debido a que se "imprimen" (por medio del uso de moldes) diferentes tipos de acabados sobre el piso de hormigón.
El hormigón pulido se caracteriza principalmente por su efecto espejo, por lo que muchas veces este tipo de hormigón puede llegar a ser resbaladizo.
Una de las características principales de este hormigón es que su mezcla puede poseer cuarzo (es decir, algunas veces, además de tener los elementos de una mezcla de hormigón convencional, se le adiciona cuarzo a la mezcla final) y, en ocasiones, la superficie es cubierta con una mezcla de cuarzo y cemento.
Empleado como pavimento, este tipo de hormigón se caracteriza por poseer una excelente capacidad de adherencia.
Los pavimentos industriales son aquellos que abarcan obras de gran envergadura (como aeropuertos, estacionamientos, etc.). Comúnmente, este tipo de pavimento suelen ser conocidos como "suelos industriales".
Generalmente, los pavimentos industriales son colocados en zonas dedicadas al sector laboral e industrial (por ejemplo almacenes y fábricas). Es decir, este tipo de pavimento se emplea principalmente en aquellos lugares donde se encuentran muchos obreros que necesitan las mejores condiciones para desempeñar sus funciones laborales.
El hormigón desactivado es un pavimento de simple y fácil ejecución, caracterizado principalmente por brindar un aspecto árido y rugoso a la superficie. A diferencia de los otros hormigones, la mezcla de hormigón desactivado es elaborada con agua, cemento y gránulos de roca.
Así, este tipo de hormigón se caracteriza principalmente en que (luego de haber sido vertido en la superficie y después de que secara) deja al descubierto las piedras que se emplearon para fabricarlo, las cuales le aportan su rugosidad característica.
Esta rugosidad característica del hormigón desactivado le confiere propiedades antideslizantes a la superficie, es por ello que los suelos elaborados con este tipo de hormigón son perfectos para caminar sin problemas cuando llueve o cuando cae la nieve.
Además, esta rugosidad también aporta un acabado estético único, por lo que las superficies de hormigón desactivado lucen bonitas en cualquier entorno.
El hormigón fratasado es aquel que se obtiene tras añadir rugosidad a la superficie a través del uso de fratasadoras.
Este tipo de hormigón se caracteriza por ser altamente resistente a la incidencia de agentes químicos (como desinfectantes, detergentes, etc.) y a los daños provocados por los cambios climáticos. Asimismo, la rugosidad de este material aporta también propiedades antideslizantes.
Si bien es cierto que los precios por metro cuadrado de los pavimentos elaborados con hormigón pueden variar considerablemente entre una empresa y otra (así como también puede variar de acuerdo al tipo de hormigón que se va a emplear), los precios pueden oscilar (en líneas generales) entre los 20 y 50 euros por metro cuadrado.
Por ello, a la hora de emplear hormigón para pavimentar alguna superficie, es necesario considerar cuántos metros posee la superficie donde desea emplear pavimentos de hormigón.
Una vez que se tengan los metros cuadrados que mide la superficie, se procede a multiplicar ese número por el precio por metro cuadrado de su empresa suministradora de materiales. De esta manera es posible obtener el precio total que gastará para la compra de este material.
La elección de cada un determinado pavimento de hormigón dependerá mucho del tipo de proyecto arquitectónico que se esté llevando a cabo, por lo que antes de escoger algún tipo de hormigón para pavimentar una determinada superficie es recomendable analizar las ventajas que cada uno supone.
Así, por ejemplo, si lo que se desea construir es una superficie de gran expansión (como, por ejemplo, un estacionamiento o aeropuerto), se recomienda utilizar pavimento industrial. Por otro lado, si se desea obtener un piso que posea propiedades antideslizantes a la vez que sea favorecido estéticamente, entonces se puede utilizar un pavimento de hormigón desactivado.
Los pavimentos de hormigón se han vuelto un material indispensable en la puesta en obra de cualquier tipo de proyecto arquitectónico, debido a su alta maleabilidad, resistencia, impermeabilidad y economía. Asimismo, la calidad de los acabados de este material es inigualable y duradera.